Son las 00:13, estoy sentado en la silla frente
a mi pc, con las piernas en alto sobre la otra silla que tengo para las visitas.
Ya no se oye ni una voz por casa, supongo que ya estarán todos durmiendo y lo
único que queda a mi lado es una botella de Fanta que no quiero terminar.
Ya sé que debería haber estado revisando
alguna ley o alguna normativa contable, ya sé que debería centrarme en el
montón de papeles que tengo en la mesa, maestría, trabajo, asientos contables… carajo,
si es que creo que ni siquiera llevo la cuenta. O tal vez podría haber ido a la
sala a ver un rato la tele con mi mamá, aunque posiblemente no hubiésemos
hablado más que entre comercial y comercial, por lo menos podría haber
aprovechado mí tiempo con ella. Podría haberme puesto a cotorrear por el Facebook
con la decena de contactos que aun aparecen conectados a estas. Pero en cuenta
de eso, he encendido la computadora, he cerrado la puerta, he apagado las luces
y las dos últimas horas las he pasado escribiendo esto.
Lo sé, ya sé que no te interesa en lo más mínimo
lo que te acabo de decir, y lo que más me sorprende es que aun estés leyendo
esto, pero me he dado cuenta de que éstas son mis líneas y éste es mi mundo y
la verdad es que a mí me gusta así y con eso, para mí al menos, es suficiente.
Ayer oí que esta página era demasiado tonta y cursi, y que a quién iba a poder
interesar algo así. Pues, a mi (y punto). Quiero decir, son las historias que
han ido marcando trozos de mi vida, o frases que me han dado que pensar, que me
han subido el ánimo o que han llegado a destrozarme. De una manera u otra cada
frase, archivo o historia que he escrito aquí forma parte de lo que soy y de
la clase de persona que intento ser de cara al futuro.
Más o menos, en esta página entran únicamente
una media de 5 personas (claro que estoy exagerando) cada semana, de las cuales
podría asegurar que unas 3 se han colado en su búsqueda de google (por alguna
palabra mal escrita o algo así) y han aparecido aquí casi sin saber por qué,
ni les va ni les viene cualquier cosa que pueda poner y probablemente no van a
durar más de 5 segundos antes de cerrar la ventana. Pero si de las otras dos
personas a la semana que tienen interés por estar aquí, bien porque han
encontrado en esta página algo “interesante” o bien porque son una de las pocas
personas a las que yo mismo les he dado la dirección, con que una de ellas
tenga interés por alguna de estas líneas, con que aparezca una sonrisilla en
su cara y se ponga a pensar, hey, podría intentar sonreír un poco más hoy, o
podría hacer esto o aquello, o piense: creo que mañana volveré a pasarme por
aquí, porque resulta que me merece la pena. Con eso, la verdad es que tengo
más que suficiente y es más, me sobra. Porque si puedo hacer que alguien gane
aunque sea un rato agradable conmigo, y si puedo cambiar un punto de vista, ¿por
qué no hacerlo?
Y me gustaría que de eso se trate todo, de
cambiar puntos de vista, de valorar todo lo que tienes, de aprovechar las
segundas oportunidades (las benditas segundas oportunidades), de luchar por lo
que crees, de las consecuencias de tus actos, del destino. Ni siquiera nos
damos cuenta de cómo nos puede cambiar la vida en un segundo, rondamos por la
vida dejándonos llevar por la marea del día a día sin valorar nada ni a
nadie. Me pego el día quejándome de cuanto tengo que estudiar, de cuantas
cosas debería hacer, de que ganas tengo de acabar la maestría, del trabajo, etc.,
etc., etc., y entre lloriqueo y lloriqueo te olvidas de lo más importante. Te
olvidas de sonreír un poco más a tus padres (o en mi caso a mi madre) y de
darles un beso al entrar por la puerta, te olvidas de ir a visitar a tus viejos
patas con la excusa de lo muchísimo que te queda aún por estudiar y hacer, te
olvidas de quedar con tus amigos, de llamarles para ver cómo marcha todo, de
mandarle por lo menos un pequeño mensaje con un Te Quiero a la chica que te
gusta, te olvidas de las personas que te necesitan, de esas que siempre están
ahí, pero que nunca valoras lo suficiente porque piensas que nunca te
abandonarán. Y lo sorprendente es que, realmente, siempre están ahí y nunca te
abandonan, eso es la magia o la amistad, o la familia, o el amor, tu llámalo
como quieras.
Creo que no nos damos cuenta de lo que trata
la vida, sobre un montón de historias sueltas que se entrecruzan, sobre
sentimientos, y sobre como el más pequeño de tus actos puede cambiar el mundo
de otra persona. Esto me recuerda la teoría del efecto mariposa que dice algo
así como que el simple aleteo de una mariposa puede desencadenar un huracán en
el otro extremo del mundo. Y yo me pregunto, si una mariposa es capaz de
provocar un huracán, ¿hasta qué punto juego yo un papel crucial alrededor de la
gente que me rodea? No lo sé la verdad, simplemente espero no estar haciéndolo
tan mal.
Estos últimos días han sido muy diferentes
para mí, conocía a alguien muy especial y tengo que decir que me encanto hasta
la forma en que la conocí; ella es espectacular, es hermosa, inteligente,
fuerte y muy sensible a la vez. Y saben, tengo miedo de no estar a la altura de
la situación, tengo miedo de no tener las palabras adecuadas en el momento
indicado, tengo miedo de no poder demostrarle lo que realmente soy y quiero con
ella y lo que aún es peor, tengo miedo de no ser el hombre que ella quiere a su
lado.
Si me estás leyendo (ruego que sea así), ten
la plena seguridad de que existe alguien en el mundo que cree eres la mujer más
hermosa del mundo, que existe alguien en el mundo al que le encanta tu timidez
para hacer ciertas cosas, que existe alguien en el mundo que está enamorado de
tu forma de hablar y de tu voz, que existe alguien en el mundo que no podría vivir
sin escucharte antes de dormir, que existe alguien en el mundo que le encanta
perderse en tus ojos cada vez que te mira, que existe alguien en el mundo que le
encanta tu forma de pensar y de enfrentar la vida (eres muy valiente) y que existe
alguien en el mundo que está dispuesto a dejar su propio mundo para intentar
compartir el tuyo.
Al terminar estas líneas ya son las 2:00 de la
madrugada, y ufff, ya me he desahogado un poco. Me queda mucho por decir, pero
poco a poco lo iré escribiendo, lo iré diciendo y lo más importante, te lo iré
demostrando, además mañana me espera un nuevo día de lloriqueos, de muchos
intentos para hacerte sonreír y ya se sabe, necesito estar descansado para lograrlo.